El turismo rural precisa de empresarios cualificados

15/07/2010. Que el agroturismo y la gastronomía puedan llegar a dinamizar realmente el ámbito rural extremeño depende de una correcta planificación del sector y de la adecuada formación de sus protagonistas.

El término de agroturismo abarca todas las iniciativas que prestan las instalaciones agropecuarias de forma complementaria a su actividad, con el objetivo de que los turistas puedan integrarse en la verdadera finalidad de estas explotaciones y vivir su día a día, señala Marcelino Sánchez. El profesor de la UEx dirige un curso de verano que se está desarrollando en Hornachos y que precisamente aborda el papel del agroturismo y de la gastronomía como impulsores del entorno de nuestros pueblos.

Para este experto, el agroturismo es una alternativa que permite hacer frente a buena parte de los problemas que afectan al rural, como la pérdida progresiva de población o la falta de empleo. “Hay un número importante de agricultores y ganaderos que podrían tener esta actividad como una destacada fuente de ingresos” y paliar de esta forma las castigadas y cada vez más escasas rentas agrarias, apunta Sánchez. Que algo se está moviendo lo evidencian casos como el proyecto Callado y Zurrón. Se trata de cursos de formación para los agricultores interesados en formar parte de este nuevo y emergente sector del que tanto se ha comenzado a hablar, como salida al negro panorama que parece asolar al campo.

El otro pilar que sustenta las expectativas de desarrollo o supervivencia de muchas localidades es el de la gastronomía. El director del seminario cree que para alcanzar el éxito de la idea hay que comercializar eficazmente la producción de alimentos típicos y ofertar una red competitiva de restaurantes. En este sentido el programa del curso incluye una mesa redonda con la participación de jóvenes cocineros de la comunidad autónoma.

Chequeo nacional

Juan Ignacio Pulido, presidente de la Asociación Española de Turismo Rural, ha indicado que a lo largo de los próximos años el sector se tendrá que enfrentar a una intensa reestructuración, por culpa del acelerado y desordenado crecimiento de establecimientos producido durante la última década. “Ha habido una primera etapa, alentada por los fondos públicos, en la que ha valido todo”, ha subrayado Pulido en Hornachos. Su pronóstico es que el mercado del turismo rural experimentará un profundo “proceso de depuración”, al que sobrevivirán los profesionales más imaginativos e innovadores.

A juicio del ponente, los establecimientos puestos en marcha bajo la denominación de Turismo rural no han tenido en cuenta singularidades propias del territorio. Este “mimetismo” en la oferta ha provocado que un alojamiento de Andalucía o del norte de España sea conceptualmente idéntico. “Hemos cometido el error de pensar que el turismo rural se iba a mover en los mismos niveles de volumen que el de sol y playa”. Hay que buscar un modelo de calidad y excelencia diferente al tradicional, ha reclamado Pulido. Según sus datos, el agroturismo representa en España el 10% de los ingresos recaudados por el turismo rural.

Ejemplo extremeño

La Red de gastronomía autóctona Miajones se diseñó desde la Diputación de Badajoz para potenciar los restaurantes más cualificados de las comarcas de la Campiña, Sierra Suroeste y Tentudía. De los 13 negocios iniciales se pasa a tan sólo 5 en condiciones de poder continuar en el marco de la iniciativa. “Es necesario unificar criterios y crear un plan de trabajo que recoja estrategias sobre nuestros puntos más fuertes en la Gastronomía”, ha señalado Javier Luna, director del Área de Igualdad y Desarrollo Local de la institución provincial.

El seminario finaliza el viernes y cuenta con la dirección honorífica de Juan Luis Corral, profesor de la Universidad de Extremadura fallecido recientemente.