Julián Mora Aliseda: “Extremadura necesita un cambio legislativo en materia medioambiental”

17/07/2014. Extremadura precisa de un cambio legislativo profundo en materia territorial y ambiental que permita diferenciar las zonas que realmente deben estar protegidas, por su singularidad y riqueza en recursos naturales, de otras susceptibles de albergar proyectos industriales o turísticos.

Se trataría de compaginar la protección medioambiental con un necesario desarrollo económico que, en el caso de Extremadura, es mucho más urgente, ha explicado Julián Mora Aliseda, director del curso de verano “Gestión en recursos hídricos”. Esta actividad se ha celebrado hasta hoy en el ayuntamiento cacereño de Navalmoral de la Mata, con la finalidad de abordar la situación de estos recursos desde la óptica del turismo, la prevención de riesgos o la cooperación transfronteriza.

La organización de este seminario, dentro de la programación de los Cursos Internacionales de Verano diseñados por la UEx, tiene una especial relevancia para la región extremeña, que almacena un tercio de las reservas de agua dulce de todo el estado, y acoge una extraordinaria red de embalses tanto en la cuenca del río Tajo como en la del Guadiana. Según Mora Aliseda, esta riqueza hídrica ha estado tradicionalmente ligada a la producción hidroeléctrica y al sector agrario, con más de 250.000 hectáreas dedicadas al regadío. Para el profesor de la universidad extremeña, la transformación experimentada en el campo gracias a la elevada cantidad de agua embalsada, en comarcas como las Vegas Bajas y Altas o el norte de la provincia de Cáceres, ha sustentado desde hace varios años la economía de muchas familias extremeñas.

Turismo de embalses

Pero ha llegado el momento de abrir nuevos horizontes para la comunidad autónoma y ampliar los beneficios que ha aportado el agua a la producción agrícola, a otros prometedores ámbitos como el turístico, ha dicho este experto de la UEx durante la celebración de los cursos de verano. Es imprescindible para el futuro de Extremadura encontrar otras funcionalidades a los recursos hídricos. Además, las zonas que físicamente limitan con estos embalses son las que están afectas por una mayor degradación económica y poblacional, ha insistido Julián Mora, que habla de una necesaria política de “explotación racional” para las grandes masas de agua. Pretendemos con la iniciativa turística revitalizar territorios que en la actualidad son desérticos y con muy pocas perspectivas demográficas.

El curso de verano quiere ser un toque de atención a los poderes políticos para que éstos planifiquen estrategias de desarrollo territorial ligadas al aprovechamiento de los 1.800 kilómetros de costa de agua dulce de los que goza Extremadura. “No nos podemos permitir desaprovecharlos porque necesitamos dinamizar los municipios afectados por los propios embalses”, ha indicado Julián Mora. El profesor defiende proyectos turísticos de gran calado, como el controvertido de la Isla de Valdecañas, por las enormes expectativas económicas y de progreso para muchas familias extremeñas. “Pero repito, sin una legislación adecuada no seremos capaces de atraer la ansiada inversión empresarial”, ha subrayado el experto.

El curso ha incluido una mesa redonda sobre turismo de embalses en la que han participado representantes políticos de ayuntamientos, el diputado de Izquierda Unida, Pedro Escobar, y asociaciones ecologistas.