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Utilizan el ejercicio físico como pista para diagnosticar la fibromialgia

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Una investigación de la UEx, galardonada con el primer premio en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, desvela que sesiones puntuales de bicicleta estática reducen la respuesta inflamatoria en pacientes con fibromialgia

 

08/01/2015. A pesar de que la fibromialgia es una patología muy frecuente, cuyos pacientes son en el 90 % mujeres, su diagnóstico sigue siendo complicado, sobre todo porque su principal síntoma, el dolor, quizás el más molesto y limitante, es difícil de cuantificar e identificar.

Hasta ahora, diversos estudios realizados por el Grupo de Investigación “Inmunofisiología: estrés, ejercicio físico, envejecimiento y salud” de la UEx han ido poniendo de manifiesto que la respuesta inflamatoria de quienes la padecen baja cuando se llevan a cabo diversos programas de ejercicios acuáticos. Así, gracias a los experimentos llevados a cabo con mujeres que padecían este síndrome pudieron determinar que son necesarios al menos ocho meses de ejercicios regulares para disminuir el estado inflamatorio y mejorar el bienestar de las personas afectadas.

Sin embargo, aún faltaba por evaluar científicamente el efecto que en estos mismos individuos pueden tener la práctica puntual de determinadas modalidades de actividad física. En este sentido, los resultados de los últimos hallazgos, coordinados por Eduardo Ortega Rincón, han sido reveladores.  Realizar sesiones puntuales de bicicleta estática durante unos 45 minutos a una intensidad moderada, no sólo no perjudica a las pacientes con fibromialgia, sino que además contribuye a regular las alteraciones sufridas en su respuesta inflamatoria.

Según ha explicado Ortega, las personas sanas desarrollan, de manera innata, durante la práctica de ejercicio físico una respuesta inflamatoria que despierta y alerta las defensas, “en el caso de las personas con fibromialgia queríamos ver qué ocurría, si perjudicaba a su estado inflamatorio ya alterado. Hemos comprobado que en ellas el efecto es diferente, baja la respuesta inflamatoria pero sin comprometer sus defensas innatas frente a los patógenos. Por tanto el resultado es muy positivo”.

Prueba diagnóstico

Más allá de los beneficios para regular su respuesta inmunitaria, durante los estudios se ha comprobado que estas sesiones aisladas de ejercicio pueden ser una valiosa herramienta para diagnosticar la enfermedad. La autora principal de estos trabajos, Elena Bote, explica que a través de diversos biomarcadores, identificados a lo largo de sendos trabajos científicos, han visto que realizar una única sesión de ejercicio es sólo anti-inflamatoria si la persona padece  fibromialgia y no en las personas sanas.  “Las pruebas en sangre han demostrado con contundencia que las citoquinas proinflamatorias sólo descendían en personas que presentaban esta enfermedad” señala.

Los resultados suponen una importante aportación para el ámbito científico. Este trabajo ha recibido el primer premio del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina del Deporte y próximamente serán publicados en la revista Archivos de Medicina del Deporte.

Las conclusiones del estudio permiten comenzar a utilizar una prueba sencilla de ejercicio para determinar si existe o no esta patología.  “Igual que se hace una prueba de esfuerzo para determinar si existe patología coronaria, este test podría ayudar a determinar, con criterios objetivos, si existe esa enfermedad silenciosa y de origen incierto como es la fibromialgia” ha expresado Ortega.

En este sentido, Bote añade que “aunque todavía no podemos asegurar que estos efectos anti-inflamatorios inducidos por sesiones puntuales de ejercicio sean exclusivos para pacientes con fibromialgia (se necesitan estudios en un mayor número de pacientes en ésta y otras patologías), publicaciones previas de otros grupos de investigación han indicado que los efectos del ejercicio en la mayoría de las patologías inflamatorias crónicas son similares a los de personas sanas, por lo que los efectos anti-inflamatorios podrían ser bastante diferenciales en la fibromialgia”.