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Una tesis asegura que el arsénico fue el veneno más mortífero del siglo XIX

María Ibáñez, autora de la tesis
 
María Ibáñez, autora de la tesis
Esta sustancia estuvo presente durante esa época en el 33% de los casos de envenenamiento

 

29/06/2011. María Ibáñez Bernáldez,  médica forense, natural de Olivenza, trabaja en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz y ha desarrollado una tesis en la que el arsénico se ha convertido en el motivo central de su investigación. “Hemos pretendido llevar a cabo una revisión de la utilización de este tóxico a lo largo de la historia, como un cuerpo que ha sido responsable de un gran número de crímenes sin resolver, ante la ausencia de técnicas analíticas que permitieran su detección en el cuerpo de las victimas”, aclara Ibáñez.

A lo largo del siglo XIX,  por necesidad de los tribunales de justicia, comienzan a desarrollarse un gran número de experimentaciones y publicaciones acerca de técnicas que permitieran de manera efectiva detectar el arsénico en los intoxicados, desarrollándose por tanto una de las ciencias de mayor importancia al auxilio del Derecho.

Según Ibáñez, el arsénico ha sido a lo largo del siglo XIX el tóxico más utilizado con fines homicidas (presente en el 33% de los casos de envenenamiento), seguido muy de cerca por el fósforo. Debido a que su uso ha disminuido bastante en los últimos años, el número de intoxicaciones y envenenamientos también se ha reducido considerablemente en los países desarrollados. Sin embargo, el consumo de agua de pozo, con altas concentraciones de arsénico, es un problema sanitario grave en algunos países del tercer mundo, como consecuencia de la disolución de este mineral presente en el suelo.

En la historia de la toxicología criminal, son un clásico los relatos acerca de los grandes envenenamientos por arsénico, ya que esta sustancia se convirtió en el  veneno más mortífero y famoso conocido por el hombre. La autora habla del arsénico como “el rey de los venenos o polvos de la sucesión”, ya que según Ibáñez “ha sido el responsable de auténticos vuelcos en la historia de la humanidad”. “Tristemente se convirtió en el método ideal para eliminar al contrincante sin levantar sospecha alguna, ya fuese motivado por intereses económicos, políticos, amorosos o religiosos”.

Actualmente existe un amplio número de técnicas para encontrar esta sustancia en un intoxicado. Pero según explica Ibáñez  “el análisis de cabellos esta siendo considerado uno de los métodos más fiables en la detección de metales pesados,  permitiendo incluso identificar el arsénico en cabellos de personas fallecidas en siglos anteriores”.

La investigación se ha llevado a cabo a lo largo de dos años y ha sido dirigida por Mariano Casado, Antonio Gázquez y Diego Peral, del Departamento de Medicina y Salud Animal / Ciencias Biomédicas de la Universidad de Extremadura.