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La deficiente cimentación y la proximidad a la ladera, principales causantes de las patologías de la Catedral de Coria

Catedral de Coria
 
Catedral de Coria
Investigadores de la UEx han sido los encargados de diagnosticar el estado estructural del monumento en el marco de un ambicioso proyecto subvencionado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

 

11/04/2013. Ha sido la inestabilidad de la ubicación sobre la que descansa la Catedral de Coria la que ha ocasionado movimientos y deformaciones en su estructura. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de los trabajos realizados en el emblemático edificio por el Grupo de Investigación Ingeniería Geomática y Patrimonio Urbano de la Universidad de Extremadura (IGPU).

Los cálculos llevados a cabo por este equipo de expertos han estado centrados en levantamientos toma de datos y cálculos que  han permitido conocer los principales problemas que están ocasionando el deterioro de este  templo catedralicio construido entre los siglos XV y XVI.

Así, Jorge Juan Romo, investigador y responsable de las acciones llevadas a cabo por la UEx, ha explicado que “el conjunto está situado sobre una ladera de una altura del orden de 40 metros que junto a los más de 20 de la catedral, no es suficientemente estable, lo que ha hecho que la estructura se haya movido a lo largo de la historia, y ese movimiento haya repercutido lógicamente en la estructura, que ha ido deformándose”.

Por eso, y a pesar del resto de patologías que padece la Catedral, tales como grietas y humedades,  Romo ha apuntado a ésta y a la defectuosa cimentación, asentada sobre suelo arcilloso, como las causas primigenias de toda  esta problemática y sobre las que es necesario actuar de urgencia. “Son estos movimientos del talud donde apoya la Catedral  los causantes de que, por ejemplo, las bóvedas se agrieten”, a lo que ha añadido el profesor “pues por mucho que estas estén bien construidas de base, si reciben esa vibración, empiezan al final a trabajar mal, y por eso tenemos que ir previamente a la raíz”.

Fruto de todas estas averiguaciones, que tienen su punto de partida en un acuerdo firmado entre IGPU y el Arzobispado de Coria-Cáceres, el profesor ha anunciado que ya se está diseñando un proyecto constructivo con tecnología actual que permitirá estabilizar el terreno y una vez afianzado, arreglar y dar tratamientos estéticos.

A pesar de que Romo ha calificado la actual situación de la Catedral de Coria como preocupante no la considera alarmista, ya que, según ha matizado, el edificio viene padeciendo este mal desde los inicios de su construcción en 1498. “Hay documentación que habla de serios problemas, en los últimos 20 años se han hecho cosas en Coria, pero con este trabajo lo que hemos querido es hacer un un estudio finalista y generalista, que permita erradicar este mal”.

La tecnología aportada por el grupo de investigación de la Escuela Politécnica también ha permitido diseñar un minucioso informe cartográfico con valiosa información documental que permitiría una reconstrucción fiel del inmueble en caso de que una catástrofe natural deteriorara esta parte histórica de la ciudad.

Los resultados han sido presentados hace tan sólo unos días en las Jornadas técnicas  de Tecnología y Conservación del Patrimonio aplicadas a la Catedral de Coria.