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20210307. La red extremeña que permite la navegación por satélite más precisa.

La región cuenta con once estaciones de Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS) repartidas por su geografía que sirven datos de posicionamiento con una precisión milimétrica. Su uso requiere un receptor empleado principalmente en el ámbito de la topografía, la ingeniería y cada vez más extendido en el campo. La red es propiedad de la administración regional y la UEx se encarga de su desarrollo y mantenimiento

Hace más de una década que los monolitos de piedra que se ubican en los puntos más altos de nuestros pueblos se han pasado a la última tecnología. Ya no son solo esos hitos o vértices geodésicos pasivos que sirven para tener un punto de coordenadas perfectas (necesarios para los sistemas catastrales, por ejemplo), sino que ahora se han convertido también en puntos activos y ofrecen información de posicionamiento en tiempo real, de manera gratuita y durante las 24 horas del día. Y con un nivel de precisión milimétrica, en función del receptor utilizado por el usuario.

Algunos de esos postes de hormigón ahora son también estaciones de referencia GNSS (Global Navigation Satellite System o Sistemas Globales de Navegación Satélite), hay once repartidas por la geografía extremeña y conforman la Red Extremeña de Posicionamiento (REP). La propietaria de esta red regional es la Junta de Extremadura, pero de su mantenimiento y desarrollo se encarga (a través de un convenio) la Universidad de Extremadura (UEx) desde que la pusieron en marcha en el 2010, concretamente el profesor e investigador de la Escuela de Ingenierías Agrarias Juan Morillo Barragán, junto al técnico de apoyo Domingo Miguel Solomando.

Juan Morillo, profesor de la UEx (derecha), junto al técnico Domingo Miguel trabajan en el mantenimiento de esta red, en la Escuela de Ingenierías Agrarias de Badajoz.

En realidad esta red nacional va más allá del GPS (Global Positioning System, el servicio más conocido y utilizado), y también tiene muchos más usos que los que ahora tienen los vértices geodésicos pasivos. Pero, ¿qué diferencia hay entre GPS y GNSS? «Cuando hablamos de GPS nos estamos refiriendo a un único sistema de navegación, pero ahora cada país o continente tiene su propio sistema global de navegación por satélites, para no refererirnos exclusivamente a GPS se utiliza GNSS», explica el profesor Morillo. De hecho, la señal GPS es solo una de las que reciben las estaciones extremeñas. Las nuevas que se están instalando (ya se han sustituido siete de las once) son capaces de rastrear las constelaciones de satélites GPS (creada por EEUU), Glonass (de Rusia), Beidou (China) y Galileo (Europa). Así, estas once estaciones extremeñas de referencia GNSS son en realidad «once receptores que están funcionando de forma continua, conectándose con esas constelaciones de satélites, haciendo una serie de modelos y sirviendo datos de posición para distintos usuarios», explica el investigador.


Las 11 estaciones de referencia GNSS de la comunidad.

Una de las estaciones de referencia GNNS ubicada en Mérida. - CEDIDA

Una de las estaciones de referencia GNNS ubicada en Mérida.

Lo hacen desde las estaciones ubicadas en Badajoz, Mérida, Jerez de los Caballeros, Castuera, Llerena y Herrera del Duque en la provincia pacense, y desde Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Trujillo y Valencia de Alcántara, en la provincia cacereña. «La red está diseñada para que haya un mínimo de 70 kilómetros entre una estación y otra», apunta Morillo, que explica que, a su vez, estas once estaciones extremeñas coexisten con otras redes distribuidas por toda España y por el resto del mundo. De hecho, en el conjunto nacional hay 16 redes de posicionamiento, entre las que se encuentra la extremeña REP, aunque hay regiones que no han llegado a desplegarla. «Es el caso de Galicia y Castilla-La Mancha, y al no tener redes propias, ha sido el Estado a través del Instituto Geográfico Nacional el que ha desplegado su red».

De metros a centímetros

¿Y para qué se utilizan? «Además de tener un marco de coordenadas muy preciso que luego se utilizan, por ejemplo, en los catastros, estas estaciones desde el primer minuto están sirviendo correcciones para la información que nos está llegando de los satélites de posicionamiento. Esto supone que un usuario que recibe esas correcciones (se requiere un receptor) puede pasar de tener una precisión como la que podemos tener en un móvil, de uno a cinco metros, a tener una precisión de dos o tres centímetros», explica Morillo. Esta información es de gran valor para determinados sectores profesionales y no deja de sumar nuevos usuarios. «Se ha ido evolucionando en los últimos años, han pasado de ser solo gente experta en topografía, en investigación, en ingeniería... a implantarse en la agricultura». Y aquí tiene un amplio desarrollo.

Un ‘boom’ en el campo

La razón es sencilla: los sistemas de guiado (que utilizan la navegación por satélite) en la maquinaria agrícola permiten trabajar con mucha precisión, hacer líneas de cultivo perfectamente exactas, evitar solapamientos tanto en las tareas de cultivo como en el uso de los tratamientos fitosanitarios, trabajar en condiciones complicadas, de noche, con niebla o sobre una lámina de agua... y todo eso, al final, reporta una reducción de gastos, una optimización de las labores y una mejora en las condiciones de trabajo para el agricultor. De hecho, según explica Juan Morillo, hay empresas de maquinaria como John Deere en las que todos sus tractores ya tienen capacidad para conectarse a nuestra red para tener unas precisiones de orden milimétrico. «La agricultura se ha ido incorporando más tarde a esta tecnología, pero cada vez está haciendo un uso mayor de ella».

Según los datos que maneja el investigador extremeño, en la actualidad un tercio de los usuarios de la REP se dedica a la topografía, otro tercio a la ingeniería y la investigación, y el último tercio a sistemas de guiado de agricultura de precisión, que cada vez hacen un uso mayor y ya supone el 75% del tiempo de conexión. A nivel de usuario su manejo es más complejo, ya que no vale con tener cualquier receptor GPS o GNSS, hace falta un sistema más sofisticado y también caro (ronda entre los 5.000 y los 10.000 euros).

En la actualidad, esta red extremeña tiene registrados unos 700 usuarios, pero algunos de ellos llegan a tener 150 receptores, con lo cual puede haber hasta 10.000 receptores recibiendo información de estas once estaciones extremeñas. «Estas redes están muy solicitadas y en la medida en que los receptores se vayan abaratando, creo que van a tener un boom, porque necesitamos cada vez más tener precisiones de este orden, de muy pocos centímetros», cuenta. Y este es otro proyecto en el que también trabajan en la Universidad de Extremadura: «Estamos desarrollando un receptor de alta presión y bajo coste, se podría abaratar a poco más de 300 euros el equipo; estamos a punto de publicar el receptor», desvela Morillo.

Además de los servicios que se dan a los usuarios dentro de la región, las estaciones extremeñas GNSS también están sirviendo información a otras instituciones implicadas en el desarrollo de coches de conducción autónoma: «Nuestros datos están siendo suministrados para que los coches puedan ser conducidos sin conductor». También se emplean para servicios meteorológicos -con la información de posicionamiento «se pueden construir modelos del vapor de agua que hay en la troposfera y hacer previsiones meteorológicas»-. Y otro de sus usos es conocer el desplazamiento de las placas tectónicas: «el análisis de la serie de datos de los movimientos de nuestras estaciones se utilizar para ver la deriva que llevan esas placas», añade Juan Morillo.

Y aunque una de las características principales de esta red es que sirve información a tiempo real, también la almacena para que esas correcciones sean accesibles a cualquiera que requiera hacer un cálculo de precisión y no se haya podido conectar en tiempo real. «Tenemos registradas 275.000 descargas el año pasado», concluye.

«La agricultura de precisión puede ahorrar hasta un 30% en costes»

Permite hasta conducir un tractor de manera autónoma y sin conductor, «aunque eso no se suele hacer porque al final tienes que estar pendiente del apero», apunta Juan Morillo. La implantación de los sistemas de guiado, que funcionan a través de las redes de navegación por satélites, están revolucionando el mundo de la agricultura, aunque todavía tiene mucho potencial por delante.

En la actualidad, un tercio de los usuarios que se conectan a la Red Extremeña de Posicionamiento (REP) son de la agricultura de precisión, como se conoce a esta práctica. Pero es que sólo ese tercio de los registrados en la REP de la agricultura de precisión ocupan el 75% de las 250.000 horas que estuvieron conectados todos los usuarios durante el 2020.

«Cada vez se está haciendo un uso mayor». Y eso se aprecia claramente en uno de los mapas que maneja el profesor universitario, encargado del mantenimiento de esta red. «Tenemos un mapa de zonas calientes para ver donde se hace un mayor uso de estas redes y está perfectamente claro que es en la zona de las Vegas Altas del Guadiana (área roja del mapa adjunto) donde hay una mayor concentración de uso, y especialmente en el entorno de Santa Amalia», cuenta Morillo. El mapa también desvela un alto número de accesos de usuarios en el área del nuevo corredor ferroviario Mérida-Cáceres.

Basta algunos ejemplos para conocer las ventajas que la navegación por satélite tiene para el campo extremeño. En la siembra de cultivos permite definir unas trayectorias completamente rectas y evita el solape entre una pasada y otra, o lo que es lo mismo, «poner la semilla con un margen de error de muy pocos centímetros». Ocurre también cuando se aplican los tratamientos fitosanitarios, permite hacerlo en las zonas concretas donde haya un problema de plaga o enfermedad, haciendo mapas de aplicación a medida. Esto supone un ahorro no solo en el combustible del tractor, sino también en los productos a aplicar. «Se estiman ahorros del 20% y el 30%».

Y hay más ventajas: de esta manera se puede trabajar en la tierra en condiciones bastantes complicadas: con niebla, de noche, con polvo... «En el cultivo del arroz es un gran aliado, porque en una lámina de agua es muy difícil tomar referencias, cualquier labor es complicada y aquí el sistema toma el control del vehículo y va cultivando sin problemas».

Este tipo de agricultura está muy desarrollada en Castilla y León, también en Andalucía, y su demanda no para de crecer. «A medida que los equipos sean más económicos, cada tractor va a tener su sistema de guiado propio». Y eso supondrá una conexión más para la Red Extremeña de Posicionamiento, cuyo uso es gratuito a diferencia de otros países.

 

Fuente: https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/red-extremena-permite-navegacion-satelite-mas-precias_1272170.html

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