Un medicamento genérico es una medicina vendida sin el rótulo de una marca comercial, que posee un principio activo similar, fórmula farmacéutica, composición y bioequivalencia que un equivalente medicamento de marca.

      Puede reconocerse porque en el envase del medicamento figura el nombre de la sustancia de la que está hecho (principio activo, en la nomenclatura DCI), seguido del nombre del laboratorio fabricante. En España, además, se agregan las siglas EFG (Especialidad Farmacéutica Genérica).

      Los medicamentos genéricos pueden ser elaborados una vez que la patente de marca del medicamento haya caducado, siempre que reúna todas las condiciones de calidad y bioequivalencia. También debe ofrecer la misma seguridad que cualquier otro medicamento.


      La principal ventaja de un genérico frente a otro de marca es el menor coste, ya que no requiere inversión en investigación, desarrollo y promoción. Además de la ventaja del precio, estos medicamentos cumplen con los mismos registros sanitarios que los de marca y tienen la misma eficacia sobre el organismo.

      En la actualidad, en nuestro país se han afianzado desde que se introdujeron, hace ya 10 años. Ya son casi el 17% las cajas de medicamentos vendidas y han permitido que el sistema nacional de salud haya ahorrado cerca de 3.000 millones de euros. Esta cifra se obtiene calculando lo que se ha gastado en productos para los que existe este genérico, y hallando la diferencia con lo que hubieran costado si el precio hubiera sido el que tenía el medicamento de referencia al comienzo de la entrada en vigor.

      Estos medicamentos salen al mercado con un precio inferior al del precio que tenía la patente. Pero, además, la existencia del genérico obliga al laboratorio innovador que desarrolló y patentó el producto original a bajar su precio, si quiere entrar dentro del sistema de precios de referencia que fija Sanidad para cada producto para el que existe un genérico.

      En los países más desarrollados que el nuestro la cuota de genéricos es muy superior: representan el 63% en EE.UU, el 51% en Alemania y el 45% en Canadá. Se da la circunstancia de que en los países en que más invierten los laboratorios en investigación son precisamente donde los genéricos tienen más cuota de mercado. (Documentación A.M.).

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