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Aula Magna 6

EUROPA ESTÁ AÚN EN CONSTRUCCIÓN

Entrevista al Eurodiputado Alejandro Cercas





¿Qué papel juegan, desde su punto de vista, las personas mayores a la construcción europea?


      La mayor virtud de los mayores es que recuerdan la historia, que la han vivido. Recuerdan la Europa destruida, una Europa sin futuro, y saben cómo está Europa ahora, una Europa que ha ganado relevancia a nivel mundial, con mayores garantías de derechos, de progreso humano y de paz. Los mayores conocen muy bien gracias a su experiencia vital que todas las cosas que no se cuidan se destruyen y que volver atrás al nacionalismo y a la incomprensión entre los europeos sería un horror. Los mayores también saben muy bien que es muy peligroso dejar la política sólo en manos de los políticos. Tienen que ser los ciudadanos los que tomen la política en sus manos. La Cámara donde están representados los ciudadanos es el Parlamento Europeo; mientras esta Cámara sea fuerte, así lo serán los ciudadanos europeos. Si se debilita, los ciudadanos verán cómo sus intereses pierden fuerza frente a intereses diplomáticos, militares o económicos. Luchar por un Parlamento fuerte es luchar por los intereses de los ciudadanos.

¿Qué iniciativas ha puesto en marcha el Parlamento Europeo recientemente a favor de los mayores?


      La Política Social continúa siendo más competencia de los Estados miembros que de la Unión Europea. Ésta sólo se ocupa de ofrecer orientaciones políticas y de vigilar las acciones de los Estados miembros a este respecto. Desde Bruselas se le señalan los objetivos a los Estados miembros y se analizan los progresos hacia el cumplimiento de los mismos. Respecto a la tercera edad, se realiza un seguimiento constante del envejecimiento de la población de la UE, de la calidad de los sistemas de pensiones en Europa, de la asistencia sanitaria y de los cuidados. Se proponen medidas tempranas a los Estados para mejorar los estándares relativos a estas cuestiones, sobre todo, ante el aumento de las cifras de pensiones que se prevén serán necesarias de aquí a 30 años debido al gran envejecimiento de la población europea. Estas medidas son muy útiles y permiten entrever un futuro con mayor esperanza.

      La política de cuidados está también condicionada por la mayor esperanza de vida prevista para los ciudadanos europeos, lo que hará que éstos tengan mayores necesidades de cuidados. Europa está haciendo que los Estados miembros creen estructuras, como se ha visto con la Ley de Dependencia en España, que ayuden a que las personas mayores tengan suficientes recursos públicos y no sean una carga para las otras generaciones. Se trata pues de una política integral de mayores.

La UE realiza muchas actividades de información y comunicación dirigidas a los jóvenes, pero ¿los mayores también están bien informados acerca de las políticas e iniciativas de la Unión?


      Europa está aún en construcción y hay cuestiones que van mejorando con el tiempo. No se puede llegar a cada uno de los 500 millones de ciudadanos de las instituciones de manera individual, sino que hay que hacerlo a través de organizaciones y redes nacionales que a su vez trabajan a escala continental. Existen varias relacionadas con las personas mayores apoyadas financieramente con recursos (jornadas, seminarios, informaciones didácticas, etc.) para que se vaya produciendo un intercambio de actividades entre las redes de diferentes países. Esta política de redes permite llegar más fácilmente a los ciudadanos. Existen ya varias organizaciones de mayores a nivel europeo que están apoyándose desde la UE con proyectos piloto hasta lograr llegar a los casi 200 millones de personas mayores de 50 años que viven en la UE.

El Parlamento es aún una institución joven. ¿Cómo imagina esta institución dentro de unas décadas? ¿Qué espera del Parlamento Europeo?


      El Parlamento ha ido ganando competencias con el tiempo. Si en la actualidad se legisla sobre el 70% de las cuestiones que afectan a la vida de los ciudadanos, en dos o tres décadas me gustaría ver un Parlamento en el que no quede rastro del nacionalismo y en el que se pueda resolver a escala europea asuntos tales como, por ejemplo, el logro de una pensión mínima para todos los europeos, consiguiendo así que la capacidad adquisitiva de todos los pensionistas europeos supere los umbrales de la pobreza. Hoy ya el Parlamento Europeo defiende la reducción de los niveles de pobreza, que ataca principalmente a las personas mayores, a la mitad antes del año 2010. Yo trabajo cada día por un Parlamento que tenga mayores capacidades para resolver estos asuntos a nivel continental, que pueda ayudar a todos los países, ya que el envejecimiento será asimétrico en los diferentes países de Europa, logrando así una unidad política en la que también se compartan las responsabilidades y los derechos y no sólo los negocios económicos.


REDACCIÓN A.M.