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Aula Magna 9

PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UNIÓN EUROPEA EN EL PRIMER SEMESTRE DE 2010


  • Ignacio Corrales Romero
Jefe del Servicio de Acción Exterior
Junta de Extremadura
 
      Nos acercamos hacia la que será la cuarta Presidencia del Consejo de Ministros de la Unión Europea por parte de España, prevista para el primer semestre de 2010. En esta ocasión se trata de un compromiso especialmente importante ya que concurren una serie de circunstancias destacables, como son el hecho de que la Unión cuente en la actualidad con Veintisiete Estados Miembros, frente a los doce o bien quince de anteriores turnos presidenciales; o el de contar con un Parlamento Europeo que para entonces se hallará recién elegido y con poderes reforzados junto a una nueva Comisión; y por último, aunque no menos importante, la existencia de un nuevo marco constitucional, con la prevista entrada en vigor del nuevo Tratado de Lisboa que introducirá cambios institucionales que, si todo va bien comenzarán a manifestarse durante la presidencia de nuestro país. Entre estos cambios figurarían un nuevo Presidente del Consejo Europeo, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, el Servicio Europeo de Acción Exterior, y el sistema de presidencias coordinadas de dieciocho meses, que España podría inaugurar, seguida de Bélgica y Hungría.

      Además de las sesiones regulares por parte de las formaciones del Consejo de Ministros, el protagonismo español se reflejará en la organización de diferentes encuentros informales de ministros en el territorio nacional, así como reuniones y cumbres internacionales, entre las que destaca la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe.

      El Gobierno y la Administración española han comenzado ya desde hace unos meses los trabajos preparatorios de la futura Presidencia, incluyendo contactos regulares con los otros dos miembros de la Presidencia en conjunto. Los trabajos tenderán a intensificarse exponencialmente, después de haber sido examinados por el Consejo de Ministros.

      Gran parte de la Presidencia Española girará en torno al desarrollo de las nuevas políticas del Tratado de Lisboa y a la consolidación de la primacía europea en la respuesta global al cambio climático y al desafío energético, a la vez que se trabajará por lograr un mercado más integrado e interconectado dentro de ese sector. La utilización de los instrumentos introducidos por el Tratado de Lisboa hará posible que Europa pueda hablar con voz propia en el mundo, con lo que su aplicación una vez entre en vigor, garantizará la seguridad energética y también continuar la lucha contra el cambio climático.

      Que Europa hable con voz propia en la escena internacional y la promoción de los valores comunes, la paz y el bienestar deben acompañar la consolidación de una Unión más segura para los ciudadanos y así poder responder a los retos de la inmigración y la construcción de un espacio compartido de cooperación judicial y policial. Conseguir una Europa más competitiva, como fija la Estrategia de Lisboa, no es en este caso una circunstancia excluyente, sino más bien complementaria.

      Deberemos seguir trabajando por un mercado interior más integrado, revitalizando la estrategia de Lisboa, potenciar la libre circulación de trabajadores y servicios, así como el mercado único de la propiedad intelectual y de los servicios financieros. La Presidencia tendrá también en cuenta una nueva agenda social y la reducción de las desigualdades entre territorios y grupos sociales.

      Las acciones de la Presidencia española estarán guiadas por dos ideas: la primera será la innovación, no sólo tecnológica, sino también económica, institucional y política. Se trata de una innovación que busca crear más y mejores empleos. La segunda idea es la de promover la igualdad en sus diferentes ámbitos, como son el de la solidaridad, el de la ayuda al desarrollo y entre hombres y mujeres. Estas dos ideas son las que van a impregnar las tres prioridades de la Presidencia, a saber, el impulso de un nuevo modelo económico; la reafirmación y profundización en la Europa social y solidaria; y la adaptación de Europa a un mundo multipolar al que se dirija de forma unívoca.

      En esta línea, se hará hincapié en reforzar la Europa social, con especial atención a la igualdad de sexos y la lucha contra la violencia doméstica.

      Uno de los ámbitos de particular interés será el de la Política y Seguridad Social, en el que se tendrán en cuenta diversos apartados relevantes, entre los cuales me parece oportuno destacar los siguientes:

• Apoyo a la evolución de los procesos de reforma de los sistemas de pensiones europeos y su impacto sobre los objetivos de adecuación y sostenibilidad.
• Eficacia de los esfuerzos desde los sistemas de protección social a favor de la vida activa y de promoción de un envejecimiento activo.
• Turismo social para personas mayores.

      Por otra parte, se impulsará el espíritu europeísta. La Presidencia española promoverá iniciativas de comunicación y participación ciudadana para que se escuchen sus preocupaciones e inquietudes. Modestamente, pero con indisimulado orgullo, me gustaría también destacar a este respecto la labor tan importante que viene realizando la Red Extremeña de Información Europea en nuestra región. REINE es la red de trabajo europea de Extremadura formada por entidades extremeñas que se ocupan de la información europea. Constituida el 16 de febrero de 2006, tiene como objetivo promover la actividad de difusión de la Unión Europea, acercar a los ciudadanos extremeños la información europea y optimizar recursos para obtener los mejores resultados.

      Gracias a instrumentos como éste, la administración regional quiere hacer partícipes a todos los ciudadanos extremeños de lo que Europa supone hoy en día para nosotros, si bien justo es reconocer que nada de esto sería posible sin la implicación de los diversos colectivos sociales.

      Es perceptible desde los más variados ámbitos que Europa avanza, y que en su progreso no deja atrás a ningún sector de la sociedad. Satisface de forma particular comprobar que España será próximamente protagonista de una forma tan directa de ese avance, y también la respuesta y acogida tan favorables que Extremadura brinda a todo ello.

      Hago por la presente expresivo mi optimismo y convencimiento de que el periodo presidencial español se basará en la suma de todas las partes implicadas, el esfuerzo institucional y se llevará a cabo con el éxito que todos auguramos.