Un ejemplo práctico de Bolonia
21/05/2010. Varios profesores de
La evaluación por competencias en el Grado en Administración y Dirección de Empresas recoge por ejemplo la importancia de que el titulado universitario domine habilidades como la capacidad de análisis y de síntesis, haga gala del espíritu emprendedor, o manifieste respeto hacia los derechos fundamentales y de igualdad entre hombres y mujeres. También "exige" al universitario que sea capaz de aplicar los conocimientos adquiridos durante la carrera en su vida laboral o mantenga un compromiso ético en el trabajo.
La finalidad de esta publicación, apunta el vicedecano de Ciencias Económicas, Antonio Linares, es que el docente disponga de un baremo que le permita medir objetivamente un conjunto de destrezas que, hasta el momento podían estar incluidas en los planes de estudios, aunque sin una forma tangible de reconocimiento. El término de competencias procede del ámbito empresarial y está estrechamente relacionado con el rendimiento del puesto de trabajo en una organización concreta. En el actual contexto universitario, se supone que un egresado es más o menos empleable en función de su mayor o menor capacidad para adaptar sus competencias a las demandas del mercado laboral.
El Vicedecano explica que no existe una única definición de competencia, aunque básicamente se puede decir que es la forma en que una persona utiliza todos sus recursos para realizar una actividad concreta en un contexto determinado.
En esta publicación han participado los profesores José Manuel Ausín, Cristina Barriuso, María de los Ángeles Blanco, María Dolores Castillo, María del Carmen Galván, Antonio Linares, María José López, Aurora Esther Rabazo, María de los Ángeles Romero y María Isabel Sánchez.