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La Ventana de la Ciencia edita un manual de buenas prácticas sobre su experiencia de comunicación con presos

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El objetivo de este documento es servir de punto de partida para aquellos investigadores, periodistas científicos, educadores, etc… que decidan emprender proyectos comunicativos con colectivos en riesgo de exclusión

 

28/12/2017. “A mí me está siendo muy útil venir a la radio, porque me evado, rompo muchas barreras como la vergüenza, el miedo, trabajo en equipo y, por qué no decirlo…me culturizo sobre temas científicos de los que antes no tenía ni idea….”. Así lo explica Francis, uno de los participantes en  “La Ventana de la Ciencia”.

“En mi caso cuando me propusieron participar en el programa de radio dije que sí y cuando ya me especificaron que era de ciencia puse cara de aburrido. Pensé que me iba a aburrir ¡Es verdad! no quería decir que no participaba porque quería probar. Sin embargo, hoy en día y 25 programas de radio después… estoy encantado y voy por los pasillos de la cárcel hablando de ciencia. Me ha pasado algo completamente contrario a lo que pensaba inicialmente. Me ha enseñado mucho, he perdido el miedo al micrófono y cada vez me gusta más, no sé si de aquí me iré a estudiar a la universidad y me convertiré en científico el día de mañana, no sé lo que va a pasar”, explica Paco.

“Cuando me dijeron que participase me mostré encantada. Era la primera vez que venía a la cárcel. Aquel día nos recibió el educador. Vine con copas de cata, botellas de aceite, bolsas y demás para hacer una cata. He de decir que tal vez porque me gusta el flamenco aquel día no vi barrotes y si los vi, tenían geranios. Y respecto a los alumnos me ha supuesto una experiencia  humana, muy palpable y muy vital, de mucho contacto a través de la divulgación científica”, dice en el manual Concepción de Miguel, catedrática de la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura.

“De todos los profesores que han pasado por “La Ventana de la Ciencia” soy el que más veces ha estado en la cárcel. Aunque sí que es cierto que siempre he podido volver a salir al rato. Hemos venido a visitar a alumnos que están como educadores sociales realizando prácticas en la cárcel. Es verdad que gracias a nuestra vinculación en la Facultad de Formación del Profesorado nos han invitado a dar conferencias. Sin embargo, sí que es cierto que es algo muy unidireccional. Comunicar ciencia tiene su dificultad. Esta experiencia me sorprendió por la metodología. Por eso, desde el primer momento me pareció algo más que un programa de radio. Ese debate previo al programa, nos sorprendió como se lo curran, los guiones súper trabajados, con esas preguntas…. y la ciencia no es nada sin preguntas. Los que nos dedicamos a la enseñanza vemos que hay una determinada edad, que generalmente está entre los 11 y los 12 años  en el que los niños dejan de hacer preguntas, pierden la curiosidad y se convierten en meros receptores. Vosotros tenéis algo de esos niños y seguís haciendo preguntas.  ¿Por qué se caen las hojas? ¿Por qué hay animales que tienen los dientes cortos? ¿Por qué…? No sé de verdad si el hecho de estar privado de libertad os hace de alguna manera recuperar esa curiosidad infantil  y esa bendita gana de aprender.  Pero, desde luego todo eso me hizo sentirme tremendamente  a gusto”. Así explicaba su experiencia José María Corrales, profesor del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y las Matemáticas.

Estas son sólo algunas de las declaraciones de internos, investigadores, educadores, etc. recogidas en el manual de buenas prácticas titulado Comunicación científica desde las ondas carcelarias. Este documento ha sido elaborado desde el Servicio de Difusión de la Cultura Científica de la UEx en el marco del proyecto “La Ventana de la Ciencia”. El objetivo de este manual no es otro que plasmar la experiencia vivida durante la primera temporada de lanzamiento de este proyecto de forma que pueda servir de guía para otros profesionales que deseen poner en práctica iniciativas como esta donde la ciencia y la radio se convierten en herramientas de reinserción social.

Este manual se encuentra disponible en versión offline y también online y se puede descargar aquí.

Proyecto “La Ventana de la Ciencia”

El conocimiento científico es fundamental en las sociedades actuales. Por eso, no hay razón para que las personas privadas temporalmente de libertad no disfruten de ese derecho. Bajo esta premisa, el Servicio de Difusión de la Cultura Científica, en colaboración con Ondacampus ‐la radio de la Universidad de Extremadura‐ ha puesto en marcha un proyecto de divulgación científica en un contexto nada cotidiano: el Centro Penitenciario de Badajoz.

En “La Ventana de la Ciencia” es la propia población reclusa la que tiene una función proactiva en la confección de programas de radio. Así, estos espacios semanales, de una hora de duración, están siendo realizados íntegramente por personas que en estos momentos se encuentran en situación de privación de su libertad.

En “La Ventana de la Ciencia” son los propios presos quienes van abordando a lo largo de todo el año junto a los científicos temas como, por ejemplo, el cambio climático, el incremento de la población mundial, los alimentos funcionales o el desarrollo de biomateriales para la regeneración ósea.

Desde el Gabinete de Información y Comunicación señalan que este proyecto logrará un doble objetivo. Por una parte, será una actividad motivadora que mejorará la capacidad de resiliencia de los internos a través de un instrumento poco utilizado para ello como es la comunicación científica. Por otro lado, ayudará a desmitificar el imaginario colectivo y erradicar ciertos estereotipos que existen en torno a estos individuos invisibles a ojos de la sociedad, haciendo llegar a esta un nuevo concepto donde se ponga de manifiesto cómo detrás de los muros de una prisión existen personas que son capaces de aportar a la sociedad nuevos puntos de vista.

Resocialización y reeducación son, por tanto, las piedras angulares de esta actividad que utiliza la ciencia y el medio radio como los canales para la consecución de los propósitos previstos.

Este proyecto cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y es la primera iniciativa que existe en España donde la ciencia, la radio y la cárcel se mezclan.