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Detectados varios focos de virus del Nilo occidental en Extremadura

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El estudio llevado a cabo en la UEx ha permitido detectar dos focos en caballos y tres focos en aves silvestres, en concreto en dos mochuelos y en un azor

 

07/11/2018. Los arbovirus son un grupo heterogéneo de virus, pertenecientes a distintas familias y géneros, con la característica común de ser transmitidos por artrópodos (insectos, arácnidos, etc.). Hay más de 500 especies virales registradas en el Catálogo Internacional de Arbovirus, de las cuales 134 son patógenos para el hombre.

Uno de ellos, y de los más extendido en el mundo, es el virus del Nilo Occidental, también conocido como virus West Nile, de su traducción en inglés. En Europa y en la cuenca mediterránea en concreto, desde el año 2000 se ha producido un agravamiento de la situación, siendo el año 2018 uno de los más cruentos hasta la fecha.

Este virus, según los datos publicados por la ECDC (European Centre for Diseases Prevention and Control), puede afectar tanto a seres humanos como animales. Concretamente en lo que llevamos de 2018, unas 1.463 personas se han visto afectadas y se han producido 170 muertes hasta la fecha. Por su parte en animales, concretamente en équidos, la situación hasta la fecha en Europa es de 267 casos declarados, la mayor parte de ellos en Italia, Hungría y Grecia. En España, según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en lo que llevamos de 2018 se han declarado oficialmente siete casos en équidos, incluyendo cuatro focos en Andalucía, dos focos en Extremadura y uno en Cataluña. Además, en Extremadura, se han podido detectar otros tres focos en aves silvestres, en concreto en dos mochuelos y en un azor.

Todos los hallazgos en la región extremeña se han detectado gracias a un proyecto de investigación, dirigido por la profesora de la Universidad de Extremadura Eva Mª Frontera Carrión, y otros participantes, como el coordinador de la sección de entomología, Daniel Bravo Barriga, y la coordinadora de la sección de équidos, la profesora María Martín Cuervo, junto a otros profesores e investigadores de la Universidad, de los centros de recuperación de fauna silvestre y de la propia Junta de Extremadura.

La profesora Eva Frontera explica que "este proyecto incluye el estudio del virus del Nilo occidental en todos los eslabones del ciclo epidemiológico, con el fin de tener un conocimiento real y profundo de la posible circulación del mismo en nuestra región”. De este modo, se están capturando e identificando mosquitos potencialmente vectores de la enfermedad, buscando los propios virus en estos vectores mediante técnicas moleculares de detección de su ARN.

Además, añade la investigadora, “para complementar el estudio, se están tomando muestras en humanos con signos meningoencefalíticos y así poder determinar la presencia del virus o posibles anticuerpos frente al mismo”.

En general, aunque la mayoría de las personas infectadas no tienen ningún síntoma clínico, se estima que el 20% sí pueden desarrollar síntomas leves pasajeros, como son fiebre, dolor de cabeza y dolores corporales y, ocasionalment, erupción e inflamación de los ganglios linfáticos. Es importante señalar que, solamente una de cada 150 personas infectadas con el virus puede desarrollar la forma más grave de la enfermedad, que incluye encefalitis o meningitis con dolor de cabeza, fiebre alta, debilidad, desorientación, convulsiones, etc. La principal vía de contagio a los seres humanos es por la picadura de mosquitos competentes que puedan vehicular el virus.

Los investigadores recuerdan que es una enfermedad de declaración obligatoria en équidos y humanos y como tal, todos aquellos veterinarios clínicos que puedan sospechar de la presencia del virus en sus animales, deberían avisar a las autoridades competentes para confirmar su diagnóstico en los laboratorios de referencia nacional.

Esta declaración de los focos positivos en animales es fundamental para la Salud Pública extremeña, ya que podrían determinarse las zonas de riesgo y así poder actuar convenientemente ante posibles casos humanos, tomando las medidas adecuadas de desinsectación y eliminación de los focos de cría de los mosquitos infectados.