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El Sol no está provocando el cambio climático

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Artículo del catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Extremadura, José Manuel Vaquero

 

16/12/2019. Los científicos hemos demostrado en multitud de estudios que el cambio climático es real y está provocado por la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono. Los hombres encontramos una fuente de energía barata, quemar “carbón” de diversas maneras, y nos olvidamos de los gases que se liberan a la atmósfera en estas combustiones. Ahora el problema es que sabemos sus consecuencias y tenemos que cambiar drásticamente nuestras formas de generar energía. Y hacer este cambio, como todo lo social, no resulta fácil. A pesar de todo esto, todavía hay familiares, amigos y conocidos que me preguntan sobre “eso que dicen por ahí” de que el Sol es el responsable del cambio climático.

Para cualquier persona resulta evidente que el Sol es nuestra fuente de luz y calor. Por lo tanto, es también el “motor” de nuestra atmósfera. Uno podría pensar que cualquier pequeña variación en la energía que nos llega del Sol provocará un cambio en nuestra atmósfera. Siendo eso cierto, hay que tener en cuenta que los procesos que relacionan los cambios en la energía que nos llega del Sol y los cambios que eso genera en nuestra atmósfera son muy complejos y altamente no-lineales. Causas y consecuencias, por lo tanto, se relacionan de manera muy compleja y los razonamientos simples no funcionan.

La energía que nos llega del Sol no es constante. Hay un ciclo de unos 11 años, aunque esta variación de la energía que nos llega del Sol es muy pequeña (típicamente del 0.1%). Es decir, es algo así como que un empleado gane un sueldo variable entre 999 euros y 1001 euros con un ciclo de 11 años. Está claro que esta variación es muy pequeña. Por otro lado, para complicar aún más las cosas, estos ciclos de actividad solar tienen una amplitud que también varía. En el siglo XX, por ejemplo, tuvimos picos de gran amplitud y la actividad solar fue muy alta. De hecho, hace unos 20 años se pensaba que estos habían sido los picos de actividad solar más intensos de los últimos cuatro siglos (desde que se usó el telescopio como instrumento astronómico). Esto dio pie a que los negacionistas del cambio climático dijesen que la “culpa” era del Sol y no de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

La Universidad de Extremadura posee un “Archivo Histórico de Observaciones de manchas Solares” (HASO, por sus siglas en inglés) y pronto cumpliremos 30 años consecutivos haciendo observaciones de manchas solares dentro de una red de pequeños observatorios que hace esta tarea coordinados por el Real Observatorio de Bélgica. Las manchas solares son una manifestación de la actividad solar y, como son visibles con un pequeño telescopio, tenemos observaciones de ellas desde 1610. El estudio de estas observaciones históricas de los siglos pasados, que hemos realizado en la UEx en los últimos 20 años, nos ha permitido mejorar considerablemente nuestro conocimiento de la actividad solar del pasado. Sorprendentemente, encontramos un resultado de enorme interés. Durante una buena parte del siglo XVIII, cuando en Europa y América del Norte aún sentían la llamada Pequeña Edad de Hielo (LIA, en sus siglas en inglés), la actividad solar llegó a ser comparable con la alta actividad solar registrada en el siglo XX. Este resultado destroza por completo la idea de que el Sol es la causa del calentamiento global que estamos observando.

Por último, los niveles de actividad solar han decrecido notablemente en las últimas décadas, que han sido las décadas donde la temperatura ha subido más. La conclusión es clara. No es el Sol. Somos nosotros. Y lo que está en juego no es el planeta, que seguirá girando sobre sí mismo y alrededor del Sol. Lo que está en juego es el futuro de la humanidad.

José M. Vaquero

Catedrático de Física de la Tierra de la UEx