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La presencia de la mujer en la toma de decisiones puede resultar determinante en la supervivencia de la especie humana

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El investigador de la Facultad de Veterinaria Javier Pérez González, en la obra de divulgación científica “Resarcir a Eva. Historias sobre evolución”, reflexiona sobre los motivos por los que la especie humana olvida cuestiones esenciales para su continuidad

 

20/11/2020. El investigador del área de Zoología de la Facultad de Veterinaria Javier Pérez González aborda en su libro, a partir de la teoría de la evolución, los motivos por los que el ser humano no afronta retos determinantes para la continuidad de la especie, como el cambio climático y la contaminación, el agotamiento de recursos o la pérdida de biodiversidad, mientras se preocupa por cuestiones triviales. Inquietan cuestiones personales tales como el trabajo, el ahorro, la apariencia, etc. Sin embargo, esas preocupaciones personales hacen que sea muy difícil abordar los retos como especie.

En la obra titulada “Resarcir a Eva. Historias sobre evolución” confluyen divulgación científica, relatos ficticios y ensayos. El sugerente título responde a la aspiración de otorgar a la mujer el papel determinante que puede desempeñar en el futuro de la especie humana. Pérez González explica que “para entender nuestras prioridades debemos recurrir a nuestra evolución, a procesos tan importantes como la selección sexual o los comportamientos cooperativos”. El objetivo, añade, “es ofrecer al lector elementos para la reflexión sobre nuestro pasado, presente y nuestras luchas futuras”.

En el proceso evolutivo, las hembras, las mujeres en el caso de la especie humana, cargan con “castigos”, no como consecuencia de la voluntad divina sino por presiones selectivas: gestación, parto doloroso, lactancia, menopausia…

A pesar de ocupar esta situación menos privilegiada, el futuro de la continuidad de la especie humana reside en parte en romper el techo de cristal y permitir que la mujer llegue a puestos de responsabilidad. “Los machos tienen una historia evolutiva donde la competitividad es determinante. La competencia nos está llevando al desastre”, destaca Javier Pérez González.

En cambio, solo por el hecho de ser hembras, el bagaje evolutivo de las mujeres no ha estado tan influido por la competencia. “Si las grandes decisiones son tomadas solo por los machos de nuestra especie, podemos situarnos en una posición preocupante”, sentencia.