El CES analiza las nuevas perspectivas del modelo socioeconómico de Extremadura

22/07/2010. El Consejo Económico y Social (CES) de Extremadura organiza en la Residencia V Centenario de Jarandilla de la Vera un seminario, enmarcado dentro de los XI Cursos de Verano Internacionales, para conocer desde diferentes puntos de vista el agotamiento del modelo socioeconómico actual y las nuevas perspectivas de desarrollo en materias como la economía, la educación y el medio ambiente.

Dirigido por Santiago Hernández Fernández, presidente del CES y profesor de la UEx y por Emilia Parejo Gala, secretaria general del CES, el curso ha analizado en las últimas tres ediciones cuestiones claves para la región: en 2008 se dedicó al diálogo social, en 2009 a la nueva economía tras la crisis y en esta ocasión, “Hacia un nuevo modelo socioeconómico”.

El rector de la Universidad de Extremadura, Juan Francisco Duque Carrillo, y el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, han presidido el acto de inauguración, acompañados de la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio y del alcalde de la localidad anfitriona, Víctor Manuel Soria Breña.

Durante tres días, se han abordado asuntos como el “Pacto Social y Político de Reformas de Extremadura” o la sostenibilidad del actual sistema de prestaciones en la jornada de ayer. Hoy se van a centrar en el Anteproyecto de la Ley de Educación de Extremadura y en el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior y mañana debatirán sobre los nuevos yacimientos de empleo, la responsabilidad social empresarial y las estrategias para generar empleos verdes de calidad.

Los directores del curso señalan que desde el Consejo siempre se ha intentado buscar una perspectiva constructiva de cara al futuro y más que analizar la situación de crisis actual, “nuestra intención gira en torno a la idea de las nuevas políticas y de la nueva sociedad que surgirá tras haber superado este periodo de dificultad económica”.

Modelo agotado

La Memoria sobre la situación socioeconómica de Extremadura que presenta cada año el CES permite afirmar con rotundidad que el sistema vigente está agotado. El estudio concluye que el modelo económico existente hasta ahora no responde a las necesidades sociales y económicas actuales, y que es necesario impulsar la transformación y modernización del modelo hacia la productividad.

El fin de la base expansiva ha tenido consecuencias muy negativas sobre el mercado laboral extremeño. En un solo año, el número de ocupados se redujo en 22.600 personas, la cifra de desempleados creció hasta los 100.000 y la tasa de paro alcanzó el 20,5%, según la Encuesta de Población Activa.

Emilia Parejo y Santiago Hernández declaran que “ante esta situación hay que volver a denunciar el predominio de la temporalidad en nuestro mercado laboral, ya que la precariedad ha actuado como un elemento acelerante en el proceso de destrucción de empleo que seguimos padeciendo, y se ha enquistado en nuestro mercado, tanto en épocas de crisis como de expansión”.

En Extremadura, el ritmo del crecimiento del desempleo ha sido inferior al nacional. El comportamiento del mercado de trabajo en la región, tanto en las etapas de expansión como de recesión, y la calidad del mismo han estado ligados a la estructura económica. “En cualquier caso, hay que mostrar preocupación por el crecimiento del volumen de parados jóvenes, los de larga duración y los que están extinguiendo sus prestaciones, porque la situación precaria de estas familias puede empeorar sensiblemente” apuntan los directores del curso.

Para lograr la transformación y modernización del modelo productivo, resulta imprescindible incrementar la competitividad de la economía a través de la inversión en I+D+i, las nuevas tecnologías, el capital físico, el medio ambiente, el ahorro energético y la formación y calidad en el empleo.

El futuro del tejido productivo extremeño

Se hace patente la necesidad de potenciar las políticas activas de empleo, con el objetivo de impulsar la formación y cualificación de la mano de obra, en especial de los desempleados de los sectores más castigados por la crisis como la construcción. Hay que reorientar, impulsar y adaptar esta mano de obra hacia los sectores que se consideran estratégicos a largo plazo con la implantación de nuevo modelo productivo, es decir, aquellos que sean más innovadores, competitivos y que aporten mayor valor añadido a la economía. Se trata de la única salida para que la destrucción del empleo no desemboque en un crecimiento del paro estructural, ante la falta de demanda de trabajo y la paralización de la actividad.

El Pacto Social y Político de Reformas de Extremadura se ha marcado este objetivo. El documento, impulsado por el presidente de la Junta, Fernández Vara, en el debate sobre el Estado de la Región, y que culminó en noviembre con la suscripción de los agentes sociales y económicos más representativos, se perfila como un referente de diálogo social a nivel nacional frente a la crisis.

El Pacto se constituye en una carta de navegación a medio plazo para implementar una decidida estrategia de modernización y mejora del sistema productivo regional. Se sustenta en tres ejes fundamentales: la educación, la investigación y el medio ambiente.

Informe Anual del CES 2009

Diferentes fuentes coinciden en señalar el 2009 como el peor año de la recesión económica en España. Amplias caídas del PIB (3,6%) se conjugaron con severos ajustes en términos de empleo y una subida de la tasa del paro hasta niveles del 18%.

Algunos de los principales efectos del estancamiento de la actividad económica han sido el desplome de la inversión empresarial y la caída progresiva del consumo, traducidos en destrucción de empleo. Al detrimento global de la confianza y de las expectativas, se unieron las deficiencias de la economía española, con un tejido productivo falto de financiación y de liquidez e insuficiente en dimensión y calidad para mejorar la deteriorada capacidad de competir con terceros en el mercado.

No obstante, la economía extremeña muestra una evolución más contenida, con una caída del 2% en el año 2009. Varios indicadores reflejan un desgaste menor de la economía extremeña que la media nacional, gracias a los efectos del gasto público y a una estructura productiva diferente.

“En ocasiones la debilidad se vuelve fortaleza, pero ello no debe ser obstáculo para reconocer la fragilidad y los desequilibrios estructurales de la economía extremeña, que siguen presentes y coartan nuestro desarrollo futuro” subrayan el presidente del CES, Santiago Hernández, y la secretaria general del organismo, Emilia Parejo.