La Fundación Caja de Extremadura entrega sus premios a investigadores de la UEx

11/11/2010. La Fundación Caja de Extremadura ha hecho entrega de los I Premios de Investigación 2010 a científicos pertenecientes a la Universidad de Extremadura que han presentado trabajos que potencian aspectos claves para el desarrollo económico y social de la región.  El acto ha estado presidido por el rector de la UEx, Juan Francisco Duque Carrillo y por el presidente de la Fundación Jesús Medina.

El premio en la modalidad de Economía y empresa, ha recaído en el proyecto “A Alimentos de Extremadura: Análisis de las preferencias de los consumidores extremeños por los productos regionales”, presentado bajo el lema “Consume Extremadura”, de los autores Antonio Chamorro Mena, Francisco Javier Miranda González, Sergio Rubio Lacoba y Víctor Valero Amaro.

En la categoría de Ciencias sociales y jurídicas, Elena Manzano Silva ha sido la galardonada con el trabajo “Extremadura ante el nuevo modelo de financiación autonómica y la reforma de su estatuto de autonomía”, presentado bajo el lema “Financiación estatuto”.

Los galardones están dotados por 12.000 euros cada uno.

El rector ha felicitado a los premiados y a la Fundación Caja Extremadura por la iniciativa que considera “muy acertada a falta de que alguien se ocupe del espacio de nadie que hay entre las estructuras de investigación y el tejido productivo”, a lo que ha apuntado que “añadir valor convirtiendo investigación en dinero es unta tarea dura y arriesgada. Que cunda el ejemplo”.

Por su parte, Jesús Medina ha manifestado que los premios se han creado con el ánimo de hacer posible que se intensifique la actividad investigadora, “en Extremadura no hay grandes empresas de investigación, labor que debe ser suplida por la universidad”.

Trabajos premiados

El proyecto titulado “A Alimentos de Extremadura: Análisis de las preferencias de los consumidores extremeños por los productos regionales” se ha encargado del estudio de la apuesta que en los últimos años ha realizado la Junta de Extremadura para potenciar los alimentos de calidad diferenciada, aquellos que vienen certificados bajo una Denominación de Origen o bajo la marca colectiva Alimentos de Extremadura. Esta apuesta tiene su razón de ser en la creencia que el comprador valora el origen de un producto en su decisión de compra. El trabajo ha pretendido verificar si esto así, si el comprador extremeño evalúa el origen regional en el proceso de decisión de compra de alimentos. Para ello, se realizaron dos investigaciones de mercado: una centrada en el jamón ibérico (producto que se identifica con la región y que existe la denominación Dehesa de Extremadura) y otra en el cava (producto que se identifica con otra región española, Cataluña).

Los resultados indican que efectivamente, el comprador de productos extremeños tiene una alta valoración del atributo origen: es muy tenido en cuenta, incluso en muchos casos por encima del precio. Los alimentos extremeños son preferidos por los consumidores a otros procedentes de otras regiones españolas (en el caso del jamón los eligen frente a Guijuelo y en el cava frente a las marcas catalanas o líderes en el mercado). La certificación bajo una denominación de origen aumenta la intención de compra del producto. Por último, concluye que el uso de la etiqueta de Alimentos de Extremadura aumenta la preferencia de compra de los productos regionales.

El trabajo denominado “Extremadura ante el nuevo modelo de financiación autonómica y la reforma de su estatuto de autonomía” analiza este nuevo modelo aprobado a través de la ley 22/2009 de 18 de diciembre, con la que se potencian los principios constitucionales que informan el sistema de financiación autonómica. Tratan de motivar la autonomía financiera de las comunidades autónomas, el principio de coordinación con la hacienda estatal y el principio de solidaridad interterritorial. La autonomía financiera autonómica en el nuevo modelo se pretende lograr con una mayor cesión impositiva: se incrementa la cesión sobre la renta de las personas físicas, pasa de un 33% a un 50% y se aumenta la dotación otorgada en impuestos tan importantes como el IVA o los impuestos especiales. Asimismo, se dota de mayores competencias normativas a las regiones en este ámbito para que puedan regular en mayor medida y adecuar la peculiaridad de estos impuestos al propio cometido de su comunidad autónoma.

Con el nuevo modelo de financiación autonómica también se fortalece la coordinación, con la adopción del modelo en la sede de un órgano multilateral como es el Consejo de Política Fiscal y Financiera donde tienen representación todas las comunidades autónomas y el Estado.