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Cáceres profundiza en sus señas de identidad culturales

Participantes en el curso
 
Participantes en el curso
El curso cuenta con el patrocinio de la Diputación provincial y trata múltiples visiones del pasado cacereño: arte, folclore, toponimia o historia cultural

 

27/06/2013. Más de treinta pueblos de la provincia de Cáceres incluyen el lagarto como un símbolo propio que sirve para interpretar su historia y cultura, ha señalado el profesor de la Universidad de Extremadura, Santiago López Moreda, durante un curso de verano que ahonda en las principales señas de identidad cacereñas.

Según López Moreda, la figura del lagarto comparte significados muy diferentes: uno negativo relacionado con connotaciones eróticas y de sexo “desordenado”, así como una imagen cercana al monstruo “no cristiano” que hay que vencer; y también podemos encontrar en este ser vivo un sentido folclórico más amable, que ha dado pie a innumerables cuentos y romances populares, ha apuntado el experto.

El seminario se desarrolla en el Complejo San Francisco y está dirigido por Manuel Mañas, docente de la UEx, quien ha pronunciado una conferencia inaugural sobre el patrimonio bibliográfico de Cáceres y sus comarcas desde finales del siglo XV hasta la conocida como Desamortización de Mendizabal. Unos legados promovidos casi en su totalidad desde instancias religiosas que en la actualidad se conservan en la biblioteca pública de la ciudad de Cáceres, y que nos muestran a una población marcada por unos bajísimos niveles culturales, puesto que “sólo un 25 % de los cacereños del siglo XVIII sabía firmar” los documentos, ejemplifica Mañas.

Otro episodio curioso de la historia fue el protagonizado por el Conde de Osorno, un personaje marcado por el espíritu humanista de la corte de Carlos V, en la localidad de Galisteo, que logra llevar a este pueblo cacereño más de 30 carros repletos de antigüedades romanas provenientes de Mérida, cuenta el profesor Luis Merino, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la UEx. Lo llamativo es comprobar cómo el impulso nobiliario ha cambiado en ocasiones la singularidad de estas poblaciones, indica Merino.

El curso cuenta con el patrocinio de la Diputación provincial y trata múltiples visiones del pasado cacereño: arte, folclore, toponimia o historia cultural.