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El presidente de los rectores reclama la implicación del Ministerio de Economía y de las empresas para mejorar la transferencia universitaria

Segundo Píriz. Foto: Vicente Mellado
 
Segundo Píriz. Foto: Vicente Mellado
“La universidad española ha de convertirse en un motor fundamental de la economía, promoviendo la simbiosis entre docencia, investigación y transferencia de conocimiento”

 

01/06/2016. El País publica hoy un artículo firmado por Segundo Píriz, presidente de la Conferencia de Rectores, en el que aboga por un incremento de las relaciones entre la Universidad y el tejido empresarial:

"Hace unos meses presentamos en Madrid el Observatorio de Empleabilidad y Empleo universitario bajo la dirección del profesor Francisco Michavila. Los datos no dejaron indiferente a nadie: el 47% de los jóvenes españoles con menos de 25 años no tenían empleo, porcentaje que se situaba en el 34% cuando éstos eran graduados universitarios. El hecho es de tal magnitud que, en mi opinión, representa el principal problema de nuestro país. En estas circunstancias no mantendremos los niveles de bienestar que tanto tiempo y esfuerzo costaron a todos. Resulta paradójico que la generación mejor formada de nuestra historia tenga tantos problemas para acceder al mercado laboral.

En este contexto ¿qué debemos hacer desde las Universidades para ser una parte importante de la solución? ¿Cómo podemos aumentar la necesaria transferencia de los resultados de la investigación a la sociedad como fuente generadora de empleos de calidad, de cambio del tejido productivo y de creación de riqueza basada en el conocimiento?

Comenzamos reconociendo que si bien nuestra producción científica tiene un buen nivel, pese a la escasa inversión en I+D y su reducción en estos últimos años, nuestro nivel de transferencia de conocimientos es aún escaso. Si ponemos el foco en la producción de patentes universitarias y su explotación como un indicador de transferencia, observamos que la cifra aumentó un 60% entre el año 2010 y 2014, sin embargo los ingresos por su explotación crecieron poco más del 8% en el mismo periodo. La realidad nos muestra que en España generamos más del 3% de la producción científica mundial, con unos niveles de calidad adecuados, pero nuestras patentes no llegan al 1%, la mayoría de ellas generadas en las universidades españolas.

Para romper este cuello de botella que nos estrangula y ralentiza la modernización de nuestra economía debemos continuar promoviendo la relación entre las empresas y las universidades, dotándonos de un marco regulatorio más favorable que permita, entre otras cosas, una mejor explotación de nuestras patentes, aumentar los contratos de transferencia y prestación de servicios, incrementar la movilidad entre los universitarios y las personas que trabajan en las distintas empresas de tal forma que estas relaciones faciliten una generación más rápida y efectiva de riqueza y la generación de empleo cualificado para nuestros egresados."

Artículo completo en El País