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La investigadora en robótica Concepción Alicia Monje Micharet impartirá la lección magistral de Santo Tomás de Aquino

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Es Ingeniera Electrónica y Doctora en Ingeniería Industrial por la Universidad de Extremadura y trabaja en el grupo RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid. Investiga sobre el desarrollo de los robots asistenciales en colaboración con diferentes centros internacionales. Ha recibido numerosos premios por su labor científica y divulgadora. El lunes hablará sobre la sociedad tecnológica y robótica del futuro

 

25/01/2019. Concepción Alicia Monje Micharet estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad de Extremadura, donde más tarde se doctoró en Ingeniería Industrial. Esta destacada investigadora en robótica, que actualmente desarrolla su trabajo en el grupo RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid, será la encargada de impartir la lección magistral el próximo lunes 28 de enero en el acto académico de Santo Tomás de Aquino. La conferencia se titula “Hacia la sociedad tecnológica y robótica del futuro”. La robótica está ya muy presente en nuestro día a día. Los vehículos autónomos o drones son solo dos ejemplos alejados de los robots humanoides que vienen a la cabeza cuando se habla de robots. En la industria también desempeñan una función imprescindible.

Su trabajo investigador le ha permitido recibir el Premio de Excelencia a la Investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (2018); el Premio Mujer y Tecnología de la Fundación Orange (2018) y el Premio a la Mejor Científica Contemporánea-Selección Española de Ciencia (2017), un reconocimiento otorgado por la revista de divulgación científica QUO en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC.

Robots asistenciales

Monje Micharet colabora activamente con centros de investigación internacionales de Estados Unidos, Francia y Alemania y dirige actualmente varios proyectos que versan sobre el desarrollo de robots asistenciales.

Trabaja desde hace más de una década en torno al robot humanoide TEO, un robot bípedo, de tamaño y peso humano, concebido como robot asistencial que permite la mejora de la calidad de vida de las personas. “Teo es una plataforma que tiene como principal reto la locomoción. Nuestro objetivo fundamental es intentar que el robot camine de la forma más estable posible. Esta es una línea de trabajo inacabable, porque siempre se pueden mejorar los algoritmos y garantizar cada vez más la estabilidad” explica la investigadora.

Las habilidades que han desarrollado recientemente con Teo son la de robot camarero (es capaz de transportar una bandeja sin que se derramen los líquidos de los vasos) y la de planchado (logra detectar una arruga dentro de una prenda y la plancha). “Lejos de que estas habilidades puedan resultar triviales, no lo son. No queremos ni hacer un robot camarero ni hacer un robot planchador. Estas dos habilidades materializadas se pueden utilizar para infinidad de funciones: el equilibrio en el transporte de cualquier objeto, como material quirúrgico, es un habilidad multifuncional y de muchas aplicaciones en muchos campos” apunta Monje. Estas habilidades deben estar presentes en los prototipos robóticos para que los robots puedan ser prácticos y resolver los problemas cotidianos.

Concepción Monje lidera un proyecto financiado por el Ministerio para modificar la estructura rígida de los robots y hacerlos blandos, “hoy en día se ha avanzado mucho en prototipos rígidos, es el estándar, pero ahora aparece la necesidad de que el robot sea blando para hacerlo más seguro”. En un golpe, un robot blando absorbe el impacto y le origina menos daños, incluso se puede llegar a retorcer o doblar y puede tener más rango de actuación en espacios confinados o angostos.

La investigadora avanza que ya tienen prototipos de cuellos blandos, un elemento crucial en un robot porque aguanta distintas variables de peso, “queríamos un material que aun siendo blando fuera lo suficientemente robusto para aguantar los cambios de peso y masa en su soporte y pudiera moverse de forma robusta y con inercia sin que se quedara tambaleando”. “La idea es hacer un prototipo funcional que luego mediante anidación, de forma modular, nos permita agruparlo y hacer otras funciones. Es un proceso largo, pero vamos dando pasitos”, resume.

Divulgación y ciencia

Concepción Monje también trabaja de forma incansable en la divulgación de la ciencia. Colabora en la sección de ciencia del programa de radio de Julia Otero en Onda Cero “Julia en la Onda” y ha sido asesora científica en la película “Autómata”, producida y protagonizada por Antonio Banderas.

Para esta investigadora, en el colegio se debe incentivar, motivar y estimular todo tipo de conocimientos, “en esas edades, tan pequeños, son esponjas que absorben todo tipo de  conocimientos. Creo que se les debe dar herramientas para que realmente conozcan y se acerquen a la ciencia y la tecnología porque eso les va a abrir muchísimas puertas, independientemente de a lo se vayan a dedicar”.

Herramientas como kits robóticos permiten el aprendizaje del lenguaje computacional en la edad infantil. Se trata de un lenguaje que permite la comunicación con las máquinas, programar robots… “en un siguiente paso, ayuda muchísimo a estructurar tu cabeza. Te permite resolver desde problemas muy pequeños hasta la complejidad total. Un niño con esas herramientas resuelve problemas de una forma muy práctica y jugando y es capaz de entender de forma más sencilla los conceptos teóricos que se dan en clase”. “La sociedad hacia la que nos movemos es puramente tecnológica y requiere que las nuevas cabezas pensantes vengan entrenadas. En el mundo que se avecina, el uso del conocimiento de forma creativa va a ser lo que nos diferencie del resto, el conocimiento está accesible a todos, debo aprender qué hago con esa información y como soy creativo con este dato y qué propongo”.

Ciencia y mujer

Concepción Monje es además una científica muy comprometida con la visibilidad del papel de la mujer en la ciencia y la tecnología y en la docencia universitaria, “nos encontramos en un momento de transición muy importante, como este no lo ha habido antes, sin antecedentes yo diría. Cada vez somos más conscientes, sobre todo las mujeres, de que tenemos que luchar. Ahora no solo somos conscientes de que la mujer tiene un espacio en la sociedad, sino que está dispuesta a lucharlo. Nuestras voces se están alzando y cambiando un poco el mundo.”.

Para que la ansiada igualdad sea efectiva y real, se debe dar visibilidad. “Si decimos que hay igualdad pero luego no se ve esa igualdad, es como si no la hubiera. De lo que no se ve no se puede proyectar. Es importante que las niñas que vienen pisando fuerte vean que hay mujeres en puestos directivos, en las ingenierías, en todos los sitios, y que desempeñan papeles de relevancia” subraya con contundencia la investigadora.

Se tiene que dar difusión a las mujeres que son líderes en diferentes ámbitos y el mundo debe permitir que haya herramientas de igualdad para que otras también lleguen.