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El cuidado de la salud hace brillar a Extremadura

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El catedrático de la Universidad de Extremadura, Adrián LLerena ha recibido el galardón por la Fundación Instituto Roche a la iniciativa autonómica más destacada en Medicina Personalizada de Precisión por el proyecto MEDEA

 

07/11/2019. Hablar de medicina personalizada puede parecer algo de lo más innovador, sin embargo es un asunto sobre el que se lleva investigando desde los años 80. Bien lo sabe el investigador extremeño y catedrático de la Universidad de Extremadura, Adrián Llerena, que recientemente ha recogido un galardón otorgado por la Fundación Instituto Roche a la iniciativa autonómica más destacada en Medicina Personalizada.

El responsable de este hito que pone de relieve a nuestra comunidad tiene un nombre, MEDEA, un proyecto de investigación en marcha desde el año 2013 que se fraguó en el seno de la UEx, y que como nos explica su artífice en esta entrevista, es el resultado del trabajo coordinado de un grupo de personas que dedican sus vidas al cuidado de la salud de la gente que les rodea. Su objetivo es sencillo, proporcionar al médico la información necesaria para prescribir el medicamento más adecuado a cada persona.  Creatividad, entrega y amor por su trabajo son los adjetivos con los que define Adrián a los médicos de atención primaria, especialistas de medicina interna, profesores de la Universidad e investigadores a pie de laboratorio que forman MEDEA y que están consiguiendo que esto hoy ya empiece a ser una realidad, en la que ha contribuido la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que lidera el Servicio Extremeño de Salud y la Consejería de Sanidad y que ejecuta el INUBE, el Instituto de Investigación Biosanitaria de Extremadura y la Universidad de Extremadura.

Cuéntanos, Adrián, ¿qué supone para ti haber recibido este premio?

Aunque yo sea el Director Científico del proyecto, lo cierto es que represento a todo el equipo que hay detrás, como en todos los proyectos de innovación e investigación, y debo decir que tengo el enorme privilegio de estar rodeado de personas que viven la investigación con una serie de valores trascendentes, antes mencionados. El equipo que ha conformado MEDEA forma parte de uno de los grupos de investigación del Sistema Extremeño de Ciencia y Tecnología (CTS012), que se asienta principalmente en el CICAB Centro de Investigación Clínica del Hospital Universitario, integrado en el recién creado Instituto de Investigación Biosanitaria de Extremadura, INUBE. Por lo tanto, es un premio producto de la colaboración estable y mantenida a lo largo de varias décadas de científicos y profesionales de la sanidad Extremadura.

El Premio ha sido a la iniciativa autonómica más destacada en Medicina Personalizada de Precisión por el Proyecto Medea Extremadura, ¿crees que Extremadura está a la cabeza en este campo de la investigación?

Hace dos semanas estuve en una reunión en Bruselas, en el seno de la Unión Europea; sobre iniciativas de este tipo en regiones de Europa. Allí pude constatar, en este y en otros foros, que la iniciativa de Extremadura es especialmente novedosa y original y explico por qué. Hay diferentes iniciativas, que podíamos simplificar en dos grandes grupos: unas profundizan ampliamente en la información genómica. Otro grupo de iniciativas, se centran más en la búsqueda de todos los biomarcadores recomendados para optimizar el uso de un determinado fármaco, y estaría en el ámbito de lo que llamamos medicina de precisión.  Sin embargo, MEDEA, se centra en el paciente, por eso lo llamamos “Patient Centered Therapy”, en el sentido de incluir entre las variables que condicionan la respuesta a un fármaco la información genética, pero también los antecedentes personales y familiares que figuran en la historia clínica, datos de laboratorio, u otros datos que pueden alterar la respuesta a un medicamento; como las propias interacciones entre los fármacos. Respecto de las estrategias centradas en la optimización de un fármaco, creemos que pocas veces un paciente toma sólo un fármaco, lo frecuente es la politerapia y casi siempre en un contexto de pluripatología. Por tanto, el proyecto está centrado en el paciente para elegir el mejor tratamiento en el contexto de todos los fármacos que toma. Muchas veces ocurre que tenemos fármacos extraordinarios, sin embargo, pierden efectividad o valor al interaccionar con otros, o ser utilizados en el contexto inadecuado

¿Qué crees que supone para nuestra comunidad recibir un reconocimiento así?

Francamente no sabría decirte, nosotros pensamos en las personas y cada día hacemos todo lo que podemos. Estamos muy preocupados desde hace muchos años, por la cantidad de interacciones que se producen cada día con la mezcla tan enorme de productos farmacéuticos. Hay que reconocer que la salud ha cambiado a raíz del desarrollo de fármacos que se ha producido en el siglo pasado. De lo que se trata ahora es de conseguir optimizar el uso de todos estos productos y minimizar el daño que puedan generar. La generación a la que pertenezco ha vivido un cambio tremendo en el sistema sanitario. En este momento, y no han pasado tantos años, hemos conseguido tener un sistema que es perfectamente compatible y competitivo con cualquier otro. Aún así el sistema no es perfecto, se trata por tanto de esforzarnos cada uno desde nuestro ámbito para mantener, y si podemos optimizar la capacidad de disponer de un sistema de calidad y cobertura universal.

Háblanos sobre MEDEA, ¿cómo surge la idea de este proyecto y desde cuándo está en marcha?

La verdad es que es una historia larga que se remonta a finales de 2012, cuando ya llevaba unos años en la Agencia Europea del Medicamento, dedicado precisamente a regular biomarcadores para la optimización de respuesta a fármacos. Era un momento de crisis, ante la barrera de implementación concluimos en la posibilidad de aplicar a un sistema de innovación novedoso y poco utilizado, dirigido principalmente a empresas: la compra pública innovadora. Basados en la idea de cambiar el concepto del sistema público de salud únicamente como agente de gasto y proveedor de servicios sanitarios, en el de una entidad capaz de poner en valor su enorme capacidad de generar conocimiento, con un fin mejorar la salud de la población y contribuir a la sostenibilidad del propio sistema.

El 13 de marzo 2013 nos sometimos a la evaluación del entonces Subsecretariado del MINECO y fue la primera vez que presentamos el proyecto. Fuimos a competir por fondos destinados a la innovación empresarial. A raíz de ahí ha sido un proceso muy complejo en el que han intervenido numerosos miembros de distintas administraciones a los que quiero dar las gracias. Inicialmente MEDEA estaba en la Universidad de Extremadura y ahora está en el Sistema Extremeño de Salud lanzándolo para que al final se quede al servicio de los pacientes que es el fin último que tiene cualquier proyecto.

¿Dónde está todo ese conocimiento del que hablabas y cómo podemos ponerlo en valor?

Los hospitales, los centros de salud, etc, generan una cantidad enorme de conocimiento. Conceptualmente son las mayores empresas de Extremadura, encierran un enorme talento, con una enorme capacidad de generar por tanto conocimiento, que puede ponerse en valor para conseguir en primer lugar optimizar la atención a los pacientes, y en segundo lugar, contribuir a la sostenibilidad del sistema. La Universidad, como elemento catalizador, puede generar sinergias para contribuir a esta capacidad de generación de conocimiento que tiene el sistema sanitario, para contribuir con el último objetivo: hacer sostenible el sistema sanitario que hemos conseguido en Extremadura. MEDEA en este sentido es sólo un ejemplo. El CICAB, en el que se genera MEDEA se constituye en 2005 por un acuerdo entre el SES y la UEX, sobre estos principios, que también fundamentan el INUBE, creado con la esperanza de incluir a clínicos, investigadores e innovadores para que contribuyan sinérgicamente a mejorar el sistema sanitario, apoyando su transformación en un sistema inteligente que crezca aprendiendo, contribuyendo así al bienestar de futuras generaciones de nuestra comunidad.

Para que todos puedan entenderlo de una manera sencilla, ¿cuál es el objetivo de MEDEA, qué persigue exactamente?

Es muy fácil, poner a disposición del médico la información previa que necesita para poder prescribir el mejor fármaco para cada paciente en un momento y situación concretos. Sabemos que el genoma humano nos aporta información sobre la capacidad de respuesta del paciente, por lo tanto, hay que identificar si a una persona le irá bien el medicamento antes, y no después, de habérselo administrado como ocurre ahora. Según la Agencia Española del Medicamento, el 54% de los fármacos que se utilizan actualmente en las consultas de nuestro país, contienen biomarcadores genéticos, se pretende hacer los análisis antes de la prescripción. En principio pretendemos estudiar los pacientes con reacciones graves, para ello es fundamental escuchar a los pacientes. En resumen, MEDEA pretende poner a disposición del profesional sanitario en el momento de la prescripción, aquella información relevante para elegir el fármaco idóneo para un paciente en un momento. Para ello contamos no solo con la información del genoma, sino también con otra información de la historia clínica, bases de interacciones, que, manejadas con las nuevas herramientas de tecnología de la información, puedan permitir en tiempo real consultar toda aquella información necesaria para prevenir al menos el daño potencial que un fármaco pueda causar. Lanzamos estos retos a la capacidad de innovación empresarial, habiéndose presentado 84 propuestas de 14 países, que ahora competirán entre sí.

¿Es un proyecto que ya está teniendo aplicaciones o hay que esperar a que termine?

La aplicación es inmediata, comenzaremos en el Centro de Investigación del Área de Salud de Badajoz, la Unidad de Ensayos Clínicos de Oncología, junto con las Unidades de Enfermedades Raras, el Plan de Salud Mental, y los Centros de Salud de Extremadura, la idea, es que en las medida de nuestras posibilidades,  incluir el máximo número de pacientes. La idea es empezar a hacer análisis genéticos inmediatamente para ponerla a disposición de los profesionales, especialmente de aquellos pacientes que tengan antecedentes de reacciones adversas graves o fracasos en el efecto de medicamentos.