Los profesores ejercen un papel muy importante a la hora de atraer a los alumnos hacia la investigación

02/12/2016. María de Guía Córdoba Ramos sintió desde muy joven la curiosidad por la investigación mientras estudiaba la carrera de Veterinaria en la Universidad de Córdoba. Ahora, en sus cerca de 25 años de experiencia, ha desarrollado una amplia y prolífera carrera investigadora en el campo de la Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Madre de dos hijos pequeños, ha sido capaz de compaginar su carrera profesional con su vida personal. Hoy es una joven mujer investigadora que ha alcanzado su madurez profesional y que dirige el grupo de investigación Calidad y Microbiología de los Alimentos (CAMIALI) y el Instituto Universitario de Investigación en Recursos Agrarios (INURA), ambos en la Universidad de Extremadura. Su equipo de investigadores tiene una amplia experiencia en el estudio de las características de calidad y seguridad en diferentes alimentos de origen vegetal como el Pimentón de La Vera, higos, cereza del Valle del Jerte, aceituna de mesa, trigo, maíz y cacahuete, así como de origen animal, como jamón y embutidos ibéricos.

¿Qué te animó a dedicarte a la investigación? ¿Lo has tenido siempre claro desde que comenzaste tus estudios universitarios?

Al inicio de mis estudios de Veterinaria no lo tenía muy claro. Como muchos jóvenes cuando terminan Bachillerato, no sabía muy bien cuál iba a ser mi trayectoria profesional. Sin embargo, cada día me apasionaba más mi carrera y, a partir del tercer y cuarto año, la asignatura de Microbiología me ofreció la oportunidad de tener mi primer contacto con la investigación, gracias a mi profesor de Microbiología de los Alimentos, Rafael Jordano, que también fue mi director de tesis doctoral. Así, me metí de lleno en la investigación y diseño de nuevos cultivos iniciadores en bacterias lácticas en quesos de la región Sur de Andalucía y yogures.

Creo que el papel del profesor es fundamental a la hora de fomentar e inculcar en los alumnos el gusto por la investigación. La labor de un profesor universitario no se limita a impartir docencia, también debe mostrar y facilitar al estudiante el contacto con la investigación y la práctica relacionada con las asignaturas. Nosotros intentamos implicar a nuestros alumnos de la titulación de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Escuela de Ingenierías Agrarias en las líneas investigadoras. Esto les permite conocer lo que se está llevando a cabo en investigación universitaria, el desarrollo de técnicas novedosas, así como, la función del investigador y su relación con la industria, de manera que también les ayude a decidir su futuro camino profesional.

¿Qué destacarías de los proyectos y líneas de investigación en los que vuestro grupo está trabajando en la actualidad? ¿Cuáles son vuestros objetivos principales?

Nuestros proyectos principales están encaminados hacia las líneas de investigación del Instituto Universitario de Investigación en Recursos Agrarios, INURA. Pretendemos potenciar  el desarrollo de alimentos de calidad y altamente seguros, en su mayoría de origen vegetal. Además, queremos tomar como referencia la llamada economía circular, de manera que aprovechemos todos los subproductos de la industria agroalimentaria y producción agraria para invertirlos en mejoras, nuevas alternativas y productos que impliquen un incentivo para la industria. En definitiva, buscamos desarrollar nuestra I+D+i en recursos agrarios y alimentarios que potencie el desarrollo de alimentos de calidad, seguros tanto desde un punto de vista biótico y abiótico,  la producción de nuevos alimentos funcionales y la valorización de subproductos a través de su reutilización.

¿Cómo valoras la situación de la I+D+i en Extremadura y en España? ¿Ha progresado la transferencia de resultados a la sociedad y empresas desde la Universidad?

En el campo de la agroalimentación la I+D es puntera. Se han logrado novedades muy importantes en el campo de la producción vegetal con la mejora de la calidad de los productos. Además, se ha progresado cada vez más en la transferencia. Ahora hay mucha más conexión con la industria como he podido comprobar desde que llegué a Extremadura. Se han creado y potenciados servicios universitarios que apoyan y promueven esta difusión. En el ámbito agroalimentario, creo que la relación entre la universidad y la industria es muy buena, teniendo en cuenta, además, el peso de este sector en nuestra región.

Asimismo, quisiera subrayar la labor de comunicación que se realiza desde la universidad. Muchos resultados de I+D que las empresas desconocían de la actividad universitaria se han puesto en conocimiento de la industria y la sociedad. La divulgación científica también es complementaria a esta difusión, y actividades en las que nuestro grupo participa como la Noche Europea de los Investigadores y Desayuna con la Ciencia nos permiten enseñar a los jóvenes estudiantes la parte científica e investigadora que hay en cada estudio que se realiza en la universidad. Espero, así, transmitir el valor de la investigación, un trabajo muy motivante, que te permite, por ejemplo, descubrir técnicas novedosas que se aplican solo en un campo científico, trabajar una misma materia de varias formas diferentes y plantearte nuevos retos y metas cada día.