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Aula Magna 20

LA TARJETA SANITARIA EUROPEA

Uno de los logros más específicos de la Unión Europea que

facilita la vida a millones de viajeros en toda Europa



  • Els Vertongen
Administrador Comisión Europea
Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades

 
      Hubo un tiempo en el que caer enfermo o tener un accidente durante una estancia en otro país de la Unión Europea conllevaba una importante carga administrativa y papeleo – añadido al propio dolor del accidente o de la enfermedad. Pero desde junio de 2004 las cosas son mucho más fáciles. El antiguo certificado E111 para viajeros se reemplazó por la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE).

      En la actualidad, ciudadanos de 31 países (la Unión Europea más Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein) pueden utilizar la TSE para recibir tratamiento médico cuando ocurre un imprevisto durante una estancia temporal en el extranjero, ya sea de vacaciones, un breve descanso, de estudio o de trabajo.

      La tarjeta es muy popular. A día de hoy, más de 180 millones de personas tienen una Tarjeta Sanitaria Europea en su bolsillo. Las instituciones nacionales de seguro de enfermedad distribuyen la TSE de forma gratuita a todas las personas cubiertas por un régimen de seguro deenfermedad nacional en uno de los Estados miembros anteriormente mencionados. Los ciudadanos de terceros países, que estén trabajando o viviendo en Europa (excepto Dinamarca) y que por lo tanto estén cubiertos por el sistema sanitario de uno de los Estados miembros, también pueden solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea.

      En España, 1.748.578 personas tienen la Tarjeta Sanitaria Europea en su bolsillo. El proceso para obtener una es muy simple y ha de completarse antes de irse al extranjero. Se puede solicitar la TSE a las unidades locales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en persona o por Internet. Normalmente la TSE se obtiene en un día.

      La TSE tiene la forma de una tarjeta de crédito. Permite al beneficiario recibir atención médica más fácilmente en otro de los países participantes. El uso de la tarjeta está limitado al tratamiento necesario, por ejemplo, en caso de enfermedad o accidente, sobre la base de un tratamiento igualitario (procedimientos y tarifas) al que tendrían derecho las personas que viven en el país que se visita (no en su país de origen). La Tarjeta no cubre la atención sanitaria programada, también conocida como “turismo sanitario”, es decir, cuando se viaja al extranjero con el único objetivo de obtener atención sanitaria.

      Sin embargo, la TSE cubre diferentes casos. Si el titular de la tarjeta tiene una enfermedad crónica, como cáncer o diabetes, puede utilizar la tarjeta para acceder a cualquier tratamiento que pueda necesitar durante un viaje. La tarjeta también cubre todos los cuidados relacionados con el embarazo y el parto que se necesiten durante una estancia temporal en otro de los países participantes.



FÁCILMENTE RECONOCIBLE


      A pesar de que cada país de la Unión Europea participante es responsable de la distribución de la TSE y de la distribución en su lengua nacional, la tarjeta tiene un diseño común. De esta forma, la tarjeta es fácilmente reconocible para el personal médico de otro país, incluso aunque no hable el mismo idioma.

      Una cara de la TSE es idéntica – excepto por el idioma – en todos los países. En lo que se refiere al reverso de la tarjeta, cada país decide su propia versión nacional. Algunos países de la UE deciden combinar la TSE con su tarjeta nacional (como, por ejemplo, Italia o Austria) mientras que otros, como España, emiten su TSE como una tarjeta separada.

      Tener la tarjeta implica que un paciente tiene derecho al mismo tratamiento médico que un ciudadano local, incluso cuando el tratamiento médico que se proporcione no estuviese cubierto por el régimen de seguro de enfermedad en su país de origen.

      Este es el resultado de la falta de existencia de un régimen armonizado de seguro de enfermedad a nivel europeo. Cada país es libre para organizar su propio régimen de seguro de enfermedad como mejor estime oportuno y cada uno tiene sus propias normas para las disposiciones médicas públicas. En algunos países, el tratamiento es gratis y, en otros, los pacientes deben abonar parte de los costes o tienen que abonar todos los costes y después solicitar un reembolso.

      Es importante que la gente que utiliza la TSE sea consciente de que el sistema sanitario del país que visitan podría ser totalmente diferente al de su país de origen. Asimismo deberían saber que la TSE sólo se puede utilizar en el marco de las disposiciones de la sanidad pública. En algunos países, como en España por ejemplo, las disposiciones sanitarias públicas coexisten con la sanidad privada. Pero los profesionales sanitarios privados (médicos, hospitales, dentistas, etc.) no aceptarán la TSE y los gastos de la atención médica no serán reembolsados por la institución de seguro de enfermedad.

      ¿Qué ocurre si alguien se olvida su tarjeta en casa o la pierde? María es una estudiante española que vive en Coimbra. Durante una noche con sus compañeros estudiantes, se ha caído y se ha roto el tobillo. La han llevado al hospital donde se ha dado cuenta de que se había olvidado de obtener la TSE antes de salir de España. El personal del hospital la ayudó mucho y contactó con la institución de seguro de enfermedad española de María, que en seguida envió un fax con un Formulario de Sustitución Provisional al hospital portugués.
      Este formulario contiene exactamente los mismos datos que la TSE y tiene el mismo valor. No obstante, su validez es mucho más corta y sólo es válida para una estancia en el extranjero. María recibió el mismo tratamiento que un paciente portugués.


TARJETA DE LECTURA ÓPTICA


      Algunas personas están preocupadas porque la TSE puede incluir algunos datos o información delicados sobre su estado de salud. Pero este no es el caso. La TSE solo contiene dos tipos de información: en primer lugar, datos que permiten al personal médico identificar al titular de la tarjeta como una persona cubierta por un seguro nacional de enfermedad de otro país participante; en segundo lugar, datos que permiten identificar a la institución de seguro de enfermedad en el país de origen donde se debe enviar la factura.

      En la actualidad, la TSE es de lectura óptica, pero en el futuro se creará una versión electrónica de la tarjeta. Esta idea se encuentra aún en una fase inicial y la Comisión Europea está debatiendo las ventajas e inconvenientes con todos los países implicados. Si una tarjeta electrónica puede mejorar la eficiencia de los servicios al tiempo que reduce los costes para todos, puede que sea la mejor forma de avanzar en el futuro.

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